Jesús rezaba en la cruz antes de morir, Eli Eli lama Sabatacni

Jesús rezaba en la cruz antes de morir, Eli Eli lama Sabatacni, Dios mío Dios mío ¿por qué me has abandonado?, siempre pensé que tuvo dudas antes de morir, pero no era eso, rezaba el salmo 22 de la Biblia, en ese salmo se refleja la pasión, muerte y resurrección de Jesús y está escrito mil años antes de su venida, Él rezaba su oración de despedida, para que la leamos todos y saquemos conclusiones.

Ahora somos nosotros quienes decimos Dios mío por qué me has abandonado, y ese es el sentimiento que tiene la mayor parte de la gente, que Dios le ha abandonado, y por eso viven sin Él.

Justo ese es el juego que Satán quiere que juegues, que pases de Dios, y sobre todo de Jesús, porque los que aquí nos reunimos no tenemos esa sensación de que Dios nos ha abandonado, muy al contrario sentimos que Jesús está con nosotros, y es bueno que nos hagamos esta reflexión, ¿nos ha abandonado Dios?, seguro que todos los que aquí vienen saben que no, muchos han descubierto a Jesús, y cuando se le descubre y se le siente, la cosa cambia, la vida cambia, todo se vuelve más claro, hasta lo que vemos es distinto, todos nos sentimos hermanos, por eso queremos a Jorge TX y le animamos a que se inscriba en la primera resurrección, porque de lo que se trata es de eso finalmente.

Creo que aquí se está produciendo un gran milagro on-line, lo que sucede es que la velocidad de realización de ese milagro es tan pequeña que solo se ve a través de la fe y del tiempo, para los trescientos lectores fieles que nunca nos han abandonado y nos siguen cada día debe quedar claro que aquí no hay una hoja de ruta que diga ahora hablaremos de esto y la semana próxima de aquello, aquí las cosas salen siempre de improviso, como los videos que hemos subido a la web, todos están gravados improvisando, menos el de la profesión de fe que se debía leer al pie de la letra, eso significa que vamos girando en función de lo que sucede en el mundo, o de lo que nos dicta nuestro señor Jesús y nos vemos aquí cada día, además para esos trescientos que nunca han fallado, es como reunirse en el bar con los amigos, los amigos de Jesús, que hablamos de Él, que lo queremos y que lo seguimos.