Evangelio de Juan, 12:26 «Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará».
El BUM es una balsa salvavidas para el que busca y no encuentra en estos tiempos revueltos, es un atajo hacia Dios.
El BUM es un concepto, un juego, una experiencia de los sentidos, una concepción, una marca registrada en el cielo que define un misterio que contiene y condensa una trinidad. Se pretende con el BUM tener en una palabra la comprensión de algo tan complejo como la comunión espiritual entre tu persona, física y espiritual, y Dios, junto con Jesús, Su Hijo, que se hizo hombre para poder entender mejor al ser humano, y así poder comunicarse mejor con él, sintiéndose humano, con el fin de enseñarnos su única lección que no hemos aprendido, amar incondicionalmente, y para indicarnos que Él es el único camino hacia el Padre.
El BUM es una trinidad, por una parte Jesús y Dios, y por otra parte tú. ¿Por qué distingo a Jesús de Dios?, porque Jesús es el Hijo de Dios, nosotros estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, pero Dios nos envió a Su Hijo para que como hombre nos guiara, y fijaros que solo nos habló de amor, de puro amor, hacia el Padre y hacia los demás, todo lo demás es pura invención de la iglesia del hombre, no de la iglesia de Dios, que somos todos los que amamos y seguimos a Jesús, pero sin jerarquías ni intermediarios, y mirando hacia adentro como en la meditación, no hacia fuera, no sirve el rito, sirve la meditación, el recogimiento interior, hacia dentro de nosotros encontraremos a Jesús.
El juego es muy simple, después de años de evolución en el planeta Tierra el tiempo para mejorarse espiritualmente se esta agotando, las personas que hayan evolucionado espiritualmente y hayan elevado su nivel vibracional energético hasta un mínimo suficiente como para entender el papel que Jesús ha desempeñado en nuestra evolución como especie, y sigan además las enseñanzas de Jesús, estas personas sencillamente serán salvadas por Dios y participarán en la primera resurrección, las demás, y aquí se incluye a todas las personas de cualquier religión o ateas o agnósticas, participarán en la segunda resurrección y serán juzgadas según sus obras. Pero Jesús debe protagonizar nuestras vidas, vidas que debemos dedicarlas a Él, como Hijo de Dios, y a Dios a quien debemos amar sobre todas las cosas, para simplificar todo esto tan complejo, ha nacido el BUM, un concepto que aúna tanta sabiduría y profundidad como uno sea capaz de imaginar, porque el juego es hacia adentro de nosotros mismos, no hacia fuera.
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