El Amor Incondicional, parte segunda. Juan Carlos

Encántense y encanten, sin que el encantamiento las aprisione, sino que las instrumentalice para la VIDA que ustedes son.

Hablamos sobre el Amor, lo que sea y de su funcionamiento.

Hablemos de su aspecto INCONDICIONAL.

En la primera parte explicamos que sea el amor y en esta segunda, explicaremos su modalidad de ser, incondicional, o sin condiciones, porque YahuWah que, según Él, ES AQUEL QUE ES y procede incondicionalmente o sin posibles condicionalidades.

En otras ocasiones hablamos de la necesidad del amor incondicional. Aquí, ahora, le daremos su destaque para que se lo entienda.

Realmente si amamos imponiendo condiciones sobre las que fueren, automáticamente dejaremos de amar.

Amo a alguien porque es bonito. Porque es rico. Porque es culto. Alto. Bajo. Blanco. Rubio. Habla inglés. Dispone de un status sobresaliente sobre los demás. O porque es católico, religioso. O atrayente. Magnético. Sexi.

Son algunas condiciones.

O amo a esto o a aquello porque me da status. Me proyecta. Amo el dinero porque disponerlo en abundancia me coloca por encima de quien o de lo que sea.

Es decir. De esta forma usted no está amando, simplemente usted busca alguien o algo que diga a todos lo cuanto usted es importante, valeroso. Usted usa a todos y a todo en su beneficio que dice a todos lo grandioso que es usted.

Parece, sólo parece que ama. En realidad a usted se le importa un real pepino los otros o lo otro con tal que los otros o lo otro diga a todos de la excelencia que es usted. Y esto se traduce literalmente por neurosis en Psicología y en Luciferiismo en el espíritu. Porque Lúcifer y el neurótico exactamente proceden así. Esto es una enfermedad. Usted es un enfermo que precisa de tratamiento y urgente.

La falta de condiciones nos deja libres frente al amor porque sin condiciones nos mantenemos tal como somos y esta realidad nos conduce en la dirección de amar y sernos amados. Amarnos a otros seres visualizando la realidad de sus cualidades que son las que realmente nos pueden cautivar, llevarnos a su contemplación, encantarnos y sentirnos plenos.

Sernos amados, pues, formamos parte de esta realidad de ser que nos transmite esa plenitud mediante el encuentro formando un conjunto unitario en el que inexisten partes, divisiones. Y es, justamente, esta unidad que proyecta el amor que sentimos por ese otro que como nosotros también es, también se proyecta, también ama.

La incondicionalidad amorosa es la característica de la Naturaleza. De los niños. De los animales. De las plantas. De toda la Creación y de la existencia como tales. Observe cómo ellos aman y se aman. Sin condiciones.

Algo a prestarle atención. Y me refiero al SER. Al ser manifiesto, creado. Al ser físico, moral, social, psicológico, mental, espiritual. Al ser financiero, económico, político. Y el Ser se compone por CUALIDADES.

El Amor Incondicional siempre, para ser tal, se refiere al SER con sus CUALIDADES. Amamos las CUALIDADES en alguien o en algo. Y no amamos las personas o las cosas como personas o cosas.

Es evidente que cuando amamos las cualidades también estamos amando a las personas o a las cosas que las contienen. Pero, el punto principal de nuestro amor, de nuestro encantamiento, de nuestro salir de, se refiere a las cualidades, a los elementos que hacen ese ser que vemos sea como es y que nos encanta, atrae y nos fuerza a salir de.

No puedo amar una puesta del sol sólo por una puesta del sol, sino que amo esa puesta del sol por todas sus cualidades que la componen y me encantan, me atraen. Lo que realmente estoy amando son las cualidades y claro, consecuentemente la puesta del sol.

Digamos lo mismo sobre una persona del orden femenino para el masculino y del masculino para el femenino. Lo que amamos no es la persona en sí y sí las cualidades que ella tiene y me encantan. Evidente, repito, la persona va incluida. Pero, al final, son las cualidades que dispone.

De aquí se infiere que debemos amar al ser, respetarlo, realizarlo, interesarnos por él, cuidarlo. Y al proceder así automáticamente entramos en el Amor Incondicional.

Amo al ser para que sea más él mismo. Es decir. para que ese ser sea pleno en todas sus cualidades y más él mismo sin ninguna condición de mi parte.

Prestemos atención en la parábola del samaritano. No se le pide el nombre, condición social, culpabilidad, cultural, racial, sólo que se le cuide y después se cubrirá los gastos. Lo que allí se ve es un hombre en estado precario que precisa de una ayuda para continuar a ser el hombre que es. Ni siquiera se le pide que agradezca después de la ayuda. El ser del hombre como tal precisa de esa ayuda y es esto en que consiste el Amor Incondicional. Mas, lo importante es la identificación de esto con el Amor de YahuWah. Lo que significa que es al ser que se debe amar y claro, repito, en el ser está la criatura, el prójimo. En realidad es el ser que es mi prójimo.

Véase el tema del Juicio. «Porque estaba con hambre y me distes de comer. Con sed y me distes de beber. Con frío y me cubriste. Triste y me consolaste. Preso y me visitaste.» Y esto es hecho al ser del Hombre sin ninguna condición y el Juez dice así porque se identifica con el ser del Hombre. Es al ser que atiende y claro la persona va junto, pero, es el ser como tal. Habla del Amor Incondicional.

Esto es para meditarlo. Pensarlo. Y entenderlo.

Sé que no fuimos educados y mucho menos enseñados. Yo mismo cuando comencé a estudiar me sorprendí a mí mismo y entendí que no amaba. Pasé, entonces, a identificarme con el ser en sí mismo. Ya en el seminario comencé a atender las plantas cuando en época de sequía procuraba regarlas hasta a los domingos, pues, entendía que su ser sentía sed. Trabajaba hasta en los domingos. El superior me dijo que no debía de trabajar a los domingos. Y yo le respondí que él comía también a los domingos. Y entendió lo que le quise decir. Es el caso del sábado citado por Yahusha.

Si no amamos incondicionalmente. Si no nos esforzamos por entender. Y sobretodo, si no practicamos el Amor Incondicional, jamás alcanzaremos la Salvación y ni mucho menos entraremos en el Reino de los Cielos. YahuWah es Amor y ama incondicionalmente y ama al ser porque ÉL ES.

Débese amar hasta una prostituta. No la prostitución, pero, sí la prostituta. Lo que significa que deberíamos practicar la prostitución para así mostrar  cuanto amamos la prostituta. Este es el amor mundano que practicamos y conocemos y sabemos que no es amor. Pero, debemos amar el ser de esa mujer prostituta y tratar que su ser femenino de mujer sea más su ser femenino como tal.

Atendamos a lo que sentimos, pensamos, hablamos, hacemos y como, para que, donde.

Examinemos el tratamiento que damos a los seres, a todos los seres, tipo, especie para tomarnos conciencia si amamos de verdad o no.

¿Qué y cómo hago para amar? ¿Amo mi esposa? ¿Marido? ¿Atiendo al ser de cada uno como ser y trato de cubrir todas las necesidades por amor al ser de cada uno? ¿Preocupo me más en construir el ser que destruirlo? Realmente soy un constructor del ser o un destructor del ser?

Y la frase final. Si realmente construyo el ser estoy en esta vida en la Vida Eterna y voy para ella, porque YahuWah Es Aquel que Es. Y no preciso de otra cosa. Amar es el Supremo Bien.

Juan Carlos