Los inesperados descubrimientos del
‘pozo del infierno’ ruso

Resulta que las lejanas galaxias están mucho mejor estudiadas por la humanidad, que lo que se encuentra bajo la corteza terrestre a pocos kilómetros de nosotros.
El pozo Superprofundo Kólskaia (o de Kola), proyecto de prospección científica de la URSS de la corteza terrestre, que se encuentra en la península de Kola (norte de Rusia, región de Múrmansk) ha refutado muchas de las convicciones científicas muy asentadas, al igual que ha deparado a los científicos nuevos y numerosos enigmas acerca de nuestro planeta. ¿Sería el temor a que todo lo que hemos sabido hasta ahora fuera mentira lo que obligó al cierre definitivo de la iniciativa?
Los propósitos del viaje a las profundidades secretas de la Tierra fueron concebidos a principios de los años 60 simultáneamente en varios países. Los científicos intentaban sondear los pozos en aquellos lugares donde la corteza era de menor espesor con el fin de llegar hasta el Manto. Así, los estadounidenses perforaban en la región de la isla Maui en Hawái, donde según las investigaciones sísmicas, las rocas antiguas se encuentran aproximadamente a la profundidad de 5 kilómetros bajo la capa oceánica. Pero ninguna de las perforadoras -por razones que aún se desconocen– ha logrado sobrepasar los 3 kilómetros de profundidad. La única que tuvo ‘suerte’ fue la ‘Superprofunda de Kola’.