Todo apunta a que una versión pálida y débil de esta roca helada ha sobrevivido a la incineración solar
Una versión pequeña y pálida del cometa Ison sigue brillando todavía. Esta roca helada podría haber sobrevivido a la incineración solar, según aseguran los científicos.
Desde su descubrimiento en septiembre del 2012, el cometa Ison no ha dejado de dar sorpresas. Tuvo unos inicios extremadamente brillantes y luminosos, teniendo en cuenta su gran distancia con el sol en ese momento, más allá de la órbita de Júpiter. Pero a medida que se iba acercando el brillo era más tenue, generando dudas sobre su tamaño o la cantidad de agua que contenía.