No hay un Dios Trinitario, en tres Personas, como los teólogos romanos o la iglesia romana dicen, no.

Mira José leo los comentarios que hacen respecto a la Trinidad y me quedo pensando que lo de Dios Uno y Trino está pero muy lejos de alguna manera ser entendido o cristianamente asimilado.

La Trinidad no se la puede entender o aceptar como siendo compuesta por tres dioses diferentes y al mismo tiempo ser un solo y único Dios. No es así el tema. Bueno trataré de presentar no digo una teoría, pero sí, una visión que se encaje con la Sagrada Escritura cuando ésta habla de realidades diferentes que nunca se excluyen y sí necesariamente se completan. Lo del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, no son una Trinidad tal como la Iglesia Romana o los teólogos romanos entienden, sino más bien, son Personas que se constituyen por intenciones y funciones diferentes, pero no excluyentes, que ejercen dentro y conforme con la misma Naturaleza Divina. Bien. Comencemos a pensar, analizar con calma, sin tropiezos ni tampoco furia alguna. Vamos a pensar y criticar fríamente. Criticar aquí entiendo en el sentido de comparar.

«Véase bien que decimos y la Escritura se cansa en confirmarlo, realmente ES UN SOLO Y ÚNICO DIOS. Y punto. Nunca se dice en Ella o en algún lugar existe que se diga que haya más de uno. ES Y EXISTE SOLAMENTE UN SOLO Y ÚNICO DIOS. ¿Estamos de acuerdo?

Lo que pasa que este único y solo Dios no es y no existe tal como nosotros o la Creación pueda ser o existir. Estos dos verbos, si bien especifican bien, cuando se refieren a Dios pasan las mismas ideas, conceptos, que nosotros seres humanos tenemos cuando hablamos de ser y existir. Y aquí está la confusión. Pídole al lector, lectora que por favor haga abstracción no de los verbos y sí de los conceptos que tengan sobre ellos, porque Dios no ES y no EXISTE como nosotros podemos ser o existir. Vamos al asunto.
Dios no existe en el tiempo y espacio nuestro. No existe como expresión de creación. En nuestro espacio y tiempo y en la creación, Dios existe como manifestación de Sí mismo. Manifestación no esencia. Cuando decimos que Dios existe la Escritura dice que existe en su esencia, en sus cualidades y desde esta esencia, desde estas cualidades, por su intención, pensamiento, voluntad de elección, las pasa para la existencia en el tiempo y espacio y en la creación, por eso decimos que Dios crea. Véase que la existencia en Dios expresa la realidad suya de Él mismo ser. De donde se sigue que su existencia responde a su esencia, a sus cualidades que son infinitas, porque justamente son. Dios no tiene cuerpo, no es persona como nosotros, Dios es Luz y siendo Luz encierra en Él mismo toda la plenitud de ser y cuando, como decimos, decide decir quien es y como es, entonces crea. Al crear se expresa y nosotros, como poco entendemos de esta distinción entre esencia y existencia, confundimos Dios con existencia nuestra, de donde decimos que existe como nosotros existimos, cuando esto no es verdad. Por eso de este desentendimiento parte que muchos no crean en Dios, porque lo confunden con la creación, con el tiempo y espacio.

Dios existe en su esencia. Allí está, reside su existencia. Existencia que le expresa como esencia que es y no existencia nuestra. De esta forma nosotros, la creación, el todo creado y existencial es efecto de la existencia esencial de Dios y no causa.
Esto que decimos aquí está en toda la Escritura del Antiguo como del Nuevo Testamento. Solamente que nunca se nos explicó esto y se nos habló de la existencia de Dios al par de la nuestra, provocando todo este lío o confusión.
Lo que expresamos arriba lo expresamos de Dios Padre. Él Es. El único que ES. El único que reúne y contiene todas las cualidades de ser y por eso se Le llama de Dios Padre.

Mas, Dios Padre tiene un Hijo generado desde Él. Generado desde toda eternidad, sin tiempo y ni espacio. ¿A Dios Padre le falta algo como para generar este Su Hijo? No. No le falta nada. Porque ES ya es todo. ¿Entonces? El Hijo en su esencia es la Palabra suya cuando Dios Padre pronuncia su intensión de crear. Por eso la Escritura, en particular Juan, hablan del Verbo. Véase que el Verbo expresa la acción de crear del Padre y evidente, si expresa, sale del Padre obligatoriamente debe ser de la misma Naturaleza del Padre, sin duda. Y si es de la misma Naturaleza, necesariamente debe ser Dios.

¿Sale del Padre como otra persona tan divina como la del Padre? Evidentemente que sí. No hay como no sea. ¿Es otro Dios diferente al Dios Padre? Es Dios Padre que se expresa, pronuncia su Verbo y porque sale de Él, ese Verbo es Dios. Tenemos que la expresión el Padre cuando dice: «hágase la Luz», este «hágase» es su Verbo, su Hijo y porque el Verbo forma parte de su misma  naturaleza, el Hijo que es el Verbo, tiene que ser Dios, Dios Padre que se expresa que en definitiva es el único y mismo Dios. ¿Queda claro esto, o por o al menos un poco más claro?

El Padre y el Hijo, por tanto, son Dios. Mas, no Dios separados formando dos Dios, no. El Padre Dios que al expresarse, su Verbo, es Dios como Él, pues, salió de Él, de su esencia y naturaleza divinas, divinas, porque nada tiene de escuridad. A este Hijo, el Padre lo constituye su Sacerdote, su administrador de su Creación, su Misericordia, el Salvador de su Creación, mediante la aceptación del Verbo. No olvidemos que estamos pensando dentro del mundo de las esencias y no en el mundo de la existencia o de la Creación.
Aquel hecho narrado de la zarza ardiente, es Dios Padre y Dios Hijo formando toda una unidad, mas, diferenciada, mas, no quiere esto decir que este «diferenciada» sean dos Dios, es el único Dios que se expresa y el Verbo es su Hijo que le manifiesta y administra. Pero como el Verbo expresa al Dios Padre y sale de Él, como el Padre es también Dios.
Esto es una cuestión de Naturaleza que nosotros seres existenciales, no tenemos, porque no somos causa y sí somos sólo efecto. Lo que podemos tener de Dios es sólo una imagen, semejanza, jamás la esencia, el real de ser. Realmente no somos reales. Nada de lo que existe puede ser real. Nuestra existencia no es real. Sola puede ser ilusoria, ficticia, pero, en términos existenciales, en términos de efecto, somos sí reales, pero reales existenciales y no esenciales.

Hasta aquí tenemos que ES un solo y único Dios que al pronunciar su Verbo, este Verbo es su Hijo que por generación suya, como el Padre, es también Dios, Dios como siendo de su misma Naturaleza o sea: el único Dios pronunciando su Verbo. Nunca hay aquí dos Dios. Lo que hay es un Dios cuyo Verbo por pronunciarse, sale de Él y al salir de Él, como Él es Dios. Repito. Estamos en el mundo esencial.

El Espíritu Santo. Es Quien mueve a Dios. Y ¿Cómo se mueve a Dios? El Espíritu Santo expresa la total naturaleza de Dios que es: Luz, Amor y Poder. Es Quien constituye la Divinidad. Es la usina que produce toda la energía, la emoción y la potestad de Dios. Y ¿Cómo se hace esto? Dijimos que el Padre ES. Véase que estamos en el mundo de las esencias y que estas esencias son energías, son cualidades. Todas las esencias, todas las cualidades son. Simplemente son. El Espíritu Santo Es esas esencias, esas cualidades. Por eso se le llama Espíritu y se le dice Santo.
Tal como Dios Hijo el Espíritu Santo es también Dios, pero, como el Hijo, no es otro Dios, sino que es la Naturaleza Divina que se mueve, y porque la mueve también goza de la misma característica Divina del Padre, y si forma esa Naturaleza, entonces, es Dios.

No hay tres Dios. Lo que hay es una relación de Naturaleza que entre sí se conjugan, se encajan, no se completan. No hay un Dios Trinitário, en tres Personas, como los teólogos romanos o la iglesia romana dicen, no. Lo que hay es una relación de funciones dentro de la misma Naturaleza del único y solo Dios: Padre, Hijo y Espirito Santo. A esto la Escritura lo dice clarito como el agua pura salida del manantial: son un solo Dios.
Lo que se llama de Trinidad o de Dios Trino, se refiere a las funciones Divinas y conforme a la misma Naturaleza Divina. Un Solo Dios. El Padre con la función Creadora. El Hijo con la función Redentora. El Espíritu Santo con la función santificadora. Mas los tres dentro y conforme a la y con la misma Naturaleza Divina y esta Naturaleza Divina es un solo y único Dios. ¿Cada uno de ellos con sus funciones son una Persona? Sí, son. Pero son dentro y conforme a la misma Naturaleza Divina. Las Personas ejercen funciones, mas Ellas mismas, son de una misma e idéntica Naturaleza. Sin conflictos, porque son. Y porque son: son un solo Dios. Y acabó el tema de la Trinidad conforme explica la iglesia romana, los teólogos romanos, y todos quienes dentro de la iglesia romana, trataron de este tema. Acabó porque no entendieron (y con esto no quiero afirmar que yo lo entendí) la Trinidad. Lo que aquí pasó fue querer racionalizar lo irrazonable, porque Dios no es esencialmente racional y sí emocional, intuitivo. ÉL ES. Y lo que ES forma parte del mundo sensible, de lo que se siente. Este ES explica muy bien a Dios y Él mismo con quienes sienten, sin duda puede comunicarse como de hecho siempre lo hizo y continúa haciéndolo.

Este texto no será fácil entenderlo, pero, con un poquito de atención, el lector podrá ir descubriendo. Concuerdo que es pesado, mas, no hay como aliviarlo. Traté de sintetizar lo máximo que podía, mas, es lo que pude hacer. Gracias.

Juan Carlos